


La historia del restaurante comienza en 1.952, con la adquisición por parte Joaquim Rexach y Rosario Surós, padre de las actuales propietarias, del garaje Hispania, sito en el término municipal de Arenys de Mar, población de tradición marinera, con puerto de pesca, a 40 Km. al norte de Barcelona. Se trataba de un negocio de garaje, con un poste de gasolina.
Joaquim Rexach y Rosario Surós
La familia, hasta la fecha, residía en Sils (Gerona), donde regentaba un negocio de pescadería y frutería, por la calidad de cuyos productos ya era conocida en la comarca. Antes de su matrimonio, la madre, Rosario Surós, desde la temprana edad de nueve años, había trabajado como cocinera en la residencia del médico del pueblo vecino, Riudarenes, donde llego a ser depositaria del rico recetario de la cocina tradicional catalana.
Paquita y Lolita Rexach en los años 60
Tras la adquisición del garaje en 1.952, a pie de la carretera N.II de Madrid a Francia, punto de paso obligado para el transporte terrestre, envían en primer lugar a Paquita Rexach, la hija mayor, de 17 años, para que regente el negocio. Rápidamente el local se convierte en punto de parada obligatoria para los camioneros que transitan por la N.II. La madre acude los fines de semana, y elabora guisos que adquieren renombre.
No hay que olvidar que el local se ubica junto al núcleo municipal de Caldes d’Estrac. Este municipio, desde principios de siglo era conocido como destino de veraneo para las familias pudientes de Barcelona. Es también famoso su balneario.
Es este público el que también poco a poco va conociendo el local, produciéndose una curiosa combinación de comensales.
El rápido éxito del negocio hace que toda la familia se incorpore al mismo, y también, desde muy temprana edad, la hija menor del matrimonio, Lolita.
La costa de Barcelona no fue ajena al boom turístico de final de los años 50. La ocasional parada de un equipo de fútbol de la ciudad de Colonia, hizo que convinieran con el conductor de autobús lo siguiente: los Rexach construirían una planta de hotel para el siguiente verano, y el transportista se encargaría de promocionarlo en Gleul, localidad vecina a Colonia (Alemania). Este pacto verbal supuso que durante casi veinte años se compaginara la actividad del restaurante con la del Hotel.
En esta fecha se publicó el libro "Les dues germanes" escrito por Arcadi Espada.
Paquita y Lolita Rexach en el nuevo comedor (2009)
Es por su fidelidad a la cocina tradicional, al margen de modas y tendencias, por lo que se distingue el Hispania. Esta muy influenciado por su vecindad al mar, siendo conocida la calidad del pescado.
Se trata asimismo de una cocina que es siempre fiel a los productos que ofrece la temporada, disfrutando para ello de las ricas huertas de la comarca del maresme.
Sus Majestades el Rey Don Juan Carlos y la Reina Doña Sofía
Por la mesa del Hispania han pasado los más diversos personajes, desde Sus Majestades el Rey Don Juan Carlos y la Reina Doña Sofía, pasando por escritores del renombre de Gabriel García Márquez, artistas de todo el mundo. Políticos y Toreros. Se trata de un restaurante cálido, con un ambiente relajado, y abierto a todo tipo de público, de todas las edades. Los niños son siempre bienvenidos y consideramos importante que acudan al local. La cultura gastronómica de un país es parte de su personalidad.
Bono de U2 con las hermanas Rexach y Raimon Braun
Actualmente es de reseñar que junto a Paquita, Lolita y su esposo Emilio, se dedica también con gran entusiasmo al restaurante Raimon Braun, hijo de Paquita. No es sólo el depositario de la valiosa tradición familiar, sino que aporta además una rica experiencia en distintos restaurantes: desde clásicos catalanes como el “Motel del Ampurdà”, en Figueres, y el “Reno” de Barcelona, a grandes restaurantes franceses ( Leon de Lyon). Muy enriquecedora fue también la experiencia adquirida en América, donde tuvo la oportunidad de trabajar el “La Escala” regentada en Los Ángeles por el gran profesional Jean Leon. Las aportaciones de Raimon, siempre respetuosos con el concepto heredado de su abuela Rosario, la gran matriarca, suponen una aportación indispensable para afrontar los próximos 50 años.